15 enero 2010

LOS IKARUS DE LIMA METROPOLITANA


¡¡ Cuéntame un cuento y verás que contento, me voy a la cama y tengo lindos sueños !! sí mi queridos lectores, siempre es un placer oír un cuento, incluso siendo ya mayores, todo es cuestión del narrador: desde la presentación, la introducción de los personajes y la recreación de lo fantástico.

¡Como no! este parece ser uno de los sinos más recurrentes de los limeños y somos conscientes que eso lo conoce cualquier político con un mínimo de inquietud y memoria histórica ¡por favor!. Parece ser que en esta oportunidad nuestro querido alcalde limeño ha encontrado la quimera más adecuada para envolver el viejo cuento del sistema de transporte masivo metropolitano con una cubierta de encantamiento y apreciadas referencias del entorno regional inmediato -que a pesar de sus crecientes deficiencias- hoy por hoy se nos presenta como poco menos que la 8ª maravilla y por supuesto después de 4 años como la tabla de salvación y remedio del caótico transporte masivo de la Ciudad de Los Reyes.


Pero de verdad ¿Hasta cuando y hasta donde vamos los limeños a engañarnos con este tipo de proyectos? ¿Cuándo realmente vamos a impulsar soluciones reales? Hay por supuesto opiniones para todos los gustos, pero la verdad de la milanesa es que con el pretendido “Metropolitano” se resolverá el problema del transporte de 750,000 personas -lo que es de aplaudir claro está- pero no como la solución de 8’5 Millones de limeños que realizan más de 25 Millones de viajes diarios, además estamos hablando de autobuses acoplados (IKARUS) que en el pasado ya han funcionado muy bien en el ámbito limeño, aunque para rutas cortas y siempre sobre ejes viarios de desplazamiento pero sin formar de mallas conexas de transporte, que es lo que se pretende hoy al fin y al cabo: 1 pasaje + ‘n’ conexiones = 1 destino.

En otras palabras, a los antiguos IKARUS les vamos a añadir el también antiguo sistema de la APTL de autobuses Büsingg o Barreiros que por supuesto también dio muy buenos resultados en su momento -cuando Lima no contaba más de 1’5 Millones de habitantes- y que con la congestión de las vías troncales metropolitanas y su progresivo deterioro (es decir de las pistas y de los buses) no tardó en caer en desuso y posteriormente en extinción. Otro sí digo, está demás decir que un sistema REAL de solución al problema del transporte es el “Metro”: abreviatura de “Metropolitano” nombre con el que se conoció a los primeros trenes de servicio exclusivamente intraurbano que se desarrollaron a partir de fines del siglo XIX en ciudades tan connotadas y congestionadas como Londres, París y New York.

Aquí sí que estamos empleando palabras mayores, aunque en ningún momento he recalado en el carácter soterrado del sistema, solo he mencionado su característica principal: solución ferroviaria al transporte masivo, y es que mis queridos amigos, lo fundamental no es que se trate de un sistema sobre ruedas y ¡ya está!, porque sino la solución la hubiéramos tenido a la mano ya en la década de los ’70 ¡claro! Bastaba con acoplar 2,3,4… n Ikarus y hacerlos rodar por las calles de Lima, pero todos adivinamos que aunque esa solución hubiera progresado con los modestos motores diesel -lo que mecánicamente es inviable- no se hubiera contado con la infraestructura viaria necesaria, ni tan siquiera la de apoyo (estaciones), además los motores de un tren y su diseño todo están calculados para arrastrar no dos compartimentos con algo más de 160 pasajeros, sino que están capacitados para llevar entre 850 y 1,000 pasajeros de una tacada ( es decir que si virtualmente empleáramos la infraestructura viaria creada para el Metropolitano en el Metro, estaríamos resolviendo el problema de transporte no de 750 mil sino de más de 4 millones de limeños).


Este sistema atraviesa en toda su extensión una red ferroviaria de uso exclusivo cuando es soterrada o aérea y con puntos de intercambio o paso cuando esta se desarrolla a nivel y va conformando por sí misma toda la red en sucesivas etapas según las estratégicas o mayores demandas de la ciudad incluyendo poblados de alrededor (recordando aquello de ‘la ciudad es un ente vivo’ y por lo tanto crece) lo que le da su segundo cariz: No existe un Metro hecho de Metrazos y Metritos que alimenten a los primeros, no, todo el sistema se desarrolla en pleno sin cortapisas y además anima a que las empresas (preferiblemente aquellas de carácter municipal o paramunicipal) se aúnan a este sistema complementándolo y completándolo en aquellos tramos o sectores de la ciudad donde, por sus características el autobús es el amo del paisaje, especialmente en los recorridos de los centros históricos (por la estrechez viaria), comerciales (por la practicidad de breves recorridos) o inclusive turísticos.

Entonces pues, una vez asentado este sistema real, que vengan los demás y bienvenidos sean, pero sin entorpecimientos. Seguramente más de uno se habrá hecho la siguiente pregunta: ¿Si impulsamos el tren metropolitano en Lima, que pasa con la Vía Expresa? ¿Podrán circular el Metro y el Metropolitano juntos? La respuesta es tan expresa como el nombre de la vía: NO, con lo que postergaríamos ineludiblemente la construcción de un tramo del Metro en una de las arterias más estratégicas de la ciudad, técnicamente esto tiene su explicación: Las rasantes (perfiles viarios) actualmente construidas para el Metropolitano no se corresponden con el perfil necesario para la ferrovía del Metro, la altura mínima necesaria en los pasos bajo puentes (actualmente se han reducido por la aparición de plataformas) debe ser no menor de 5.30 m. para el establecimiento de catenarias (las líneas eléctricas aéreas de alimentación y fuerza), el ancho viario se ha estrechado y no se corresponde con las dimensiones de un vagón de tren que es sensiblemente mayor que un autobús y finalmente, si optamos por una línea de alimentación de fuerza a través de los propios rieles, primero deberemos levantar todo el concreto armado que se ha vertido y finalmente proteger mediante vallado todo el trayecto de la vía y, expongo todo esto sin considerar el factor estético-repulsivo que produce la sensación bunkeriana de las llamadas estaciones del Metropolitano.

No contentos con esto, tendríamos que analizar las posibilidades de, una vez agotado el sistema “IKARUS 2” -que no tardará mucho tiempo en colapsar- es simplemente cuestión de vernos reflejados en el caso colombiano que ya mismo ha aprobado por fin el proyecto de Metro para la ciudad de Bogotá después de 30 años de infructuosos debates quizás azuzados por el previsible colapso del “Transmilenio” (versión colombiana del Metropolitano) que fue inaugurado hace menos de una década y, si bien resuelve el 45% del transporte bogotano hoy por hoy ya no da abasto a la solución de su creciente problemática. Actualmente se le presentan los siguientes problemas: 1. El creciente aumento de la demanda deviene en la saturación de las líneas, las que presentan un uso intensivo de las unidades no tan solo en horas punta sino en franjas horarias extendidas 2.


La renovación, novación y mantenimiento de las unidades que por este uso intensivo al que se ve sometido termina acortando la vida útil de las mismas, con lo cual se crea una espiral que retroalimenta el problema; más unidades de baja, mayor aumento del uso intensivo de las unidades restantes y así sucesivamente 3. La barrera de contención que significa la estructura de costes y el precio por pasaje -que responde en gran medida a la frecuencia de viajes- frecuencia que no se desea trastocar, precisamente por los puntos anteriormente expuestos y también por una inevitable subida en el precio de los pasajes que repercutiría en la disminución de la demanda y en el aumento del descontento popular (el factor social siempre está presente) 4. El aumento significativo de los costes de construcción de los nuevos tramos del sistema ante el “congelamiento” del precio del billete da como resultado una inversión no rentable para las empresas concesionarias.

En fin que le vamos a hacer, los limeños estamos siempre dispuestos a ponernos primero los zapatos y después los calcetines y a aceptar las postergaciones, yes of course: aceptamos que el Zanjón tuviera postergada su 3ª etapa casi 45 años y siguen corriendo, el Tren Eléctrico casi 25 años y siguen corriendo, la Carretera Marginal ya no digamos ¡Uy esta no es limeña! y así, continuamos con los re – cuentos. ¡¡ Cuéntame un cuento y verás que contento, me voy a la cama y tengo lindos sueños !! Hasta la próxima amigos.

Arq. Carlos Alberto Ancón y Bujama



Links de interés:
http://es.wikipedia.org/wiki/TransMilenio
http://bogowiki.org/transporte%20urbano
http://www.fescol.org.co/DocPdf/EV-FNA-Transporte-Bogota.pdf
http://www.bogota-dc.com/trans/transmil.htm
http://nestlac.org/Consulta/TransmilenioBogota.pdf

1 comentario:

Anónimo dijo...

tantos millones de soles , tanto tiempo cerrada la via expresa para volver a lo mismo de 1975.
Con eso el alcalde de lima luis castaneda lossio solo engañara a los que son menores de 30 años,( si ya se que son muchos )

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