01 junio 2014

Defendamos la intangibilidad de los acantilados de la Costa Verde - Mg. Arq. Liliana Miranda Sara


 En estos momentos se está debatiendo el Proyecto de Ley 3477-2003-GR recepcionado en Mayo del 2014 por el Congreso de la República, una iniciativa legislativa de la Municipalidad Metropolitana de Lima, planteando recuperar la titularidad de la Autoridad Autónoma de la Costa Verde ahora compartida con las Municipalidades Distritales, en ese marco una serie de debates se vienen desarrollando en Lima, y a invitación del Arq. Mujica, me complace compartir una versión actualizada a la fecha de una nota que difundiera desde el 2012 en mi página de facebook sobre la base de las preguntas que un periodista me planteara en ese tiempo, pero sin llegar a publicarla.

1 ¿Cuál sería la solución más inteligente a la problemática que significa la construcción de edificios residenciales en esta zona de la ciudad? ¿Qué otro uso se le puede dar a este espacio?

El principal problema es el alto riesgo así como la necesidad de preservar este espacio como público y de recreación y reserva paisajística. 

El CISMID (que declaró en La República el Domingo 29 de Julio, 2012) ha elaborado el mapa de peligro sísmico de Lima indicando que toda la zona de acantilados y con 150 metros desde el borde arriba (más de una manzana), es de alto peligro sísmico, es decir, la acción obvia es declararlos NO APTAS para uso residencial y cambiar inmediatamente la zonificación de alta densidad que toda esa zona tiene a la fecha. 

Para sustentar y explicar lo dicho, adjunto estos links que hacen un poco de historia y nos recuerdan lo ocurrido en el terremoto de 1940 en Chorrillos con los acantilados y el malecón, para reflexionar acerca de lo que podría volver a ocurrir (ese sismo fue de solo 6,6 grados y provocó un mini tsunami con olas de 3 mts .que golpearon la parte baja del acantilado en más de una vez): 


Transcribo parte del testimonio del Sr. Guillermo Roose Campos socio del Regatas y que vivió este terremoto de 1940:“Para nosotros, ubicados al nivel de la playa (el terremoto), adquirió realmente características dantescas: desde San Miguel y Magdalena el acantilado se precipitaba sobre la playa, dando la impresión de una gran catarata de tierra, de dimensiones mayores, que las del Niágara. En efecto kilómetros y kilómetros de tierra caían sin cesar hasta las playas generando nubes de polvo inconmensurables. El malecón de Chorrillos había caído como un huaico arrasando gran parte del dormitorio del Club (Regatas), la pequeña cancha de básquet, los camerinos y parte de las duchas; la conexión con la plataforma de cemento se entrampó de tierra………..subí a lo que quedaba del Malecón ……...los baños de Chorrillos habían desaparecido, la bajada al funicular era un recuerdo y los daños en el Malecón….eran devastadores”.

Se perdió una manzana completa a todo el borde del malecón de Chorrillos, por eso es que esa Avenida del malecón ahora es tan ancha, cayó el malecón antiguo (se pueden ver restos del mismo en el acantilado aún y las consitnuas refacciones que requiere demuestran cuan frágil sigue siendo) y se “desmoronó” el acantilado generando una ampliación de la playa que ahora tenemos. Vale recordar también que toda la primera fila de hermosas viviendas del viejo Chorrillos cayeron con ese terremoto, por eso tanto arriba como abajo es más ancho, playa y malecón, el movimiento de tierras resultado de la caída del acantilado fue masivo e incontenible.

Otros dos temas para abonar a los riesgos mencionados, es tanto la erosión costera como las acciones sin previsión ni control tanto por parte de Municipalidades Distritales como San Miguel y Magdalena que por “ganar” terrenos al mar al permitir el arrojo de desmontes y escombros de la construcción han generado serios problemas de contaminación que recientemente han devenido en denuncias y alertas ambientales por el severo daño a la calidad del agua y la vida marina, así como también por parte de la Municipalidad de Barranco que concesionó en procesos dudosos y sin licitación buena parte de su malecón.

Si a esto se le suma la subida del nivel del mar (1cm por año, según la Capitanía de Puerto del Callao) que el cambio climático está agravando. La erosión sistemática y perdida de playas (con pérdidas de playa promedio mayores a 2 a 2,5 metros cada año) y donde Miraflores ha sido el principal perdedor, así como el riesgo de oleajes y tsunamis (que debilitarían los acantilados desde abajo). Los carteles de peligro en la zona del malecón de Barranco cercano al Restaurante Rústica así lo evidencian.

Finalmente, también vale precisar que los acantilados son una reserva de paisaje, aire puro y espacio de recreación para la ciudad, su zonificación desde 1977 es de Zona de Recreación Pública, ZRP, según Resolución Suprema Nº 230-77-VC-1100 del 29 de setiembre de 1977 de Vivienda y luego con la Ley de creación de la Autoridad Autónoma de Costa Verde también los vuelve a calificar como tal. Esta zonificación estaba vigente por ejemplo, cuando se otorgó la concesión de Larco Mar, uno de los clásicos misterios de cómo se manejan los grandes proyectos público-privados en la ciudad y que ahora tocaría esclarecer si es que se autoriza la construcción del Hotel Hyatt como parte de esa concesión. ¿Cómo podría ser posible esto si la zonificación no es compatible?.

Por todo lo dicho, a los acantilados, no se le puede asignar usos ni permitir edificaciones que agudicen su inestabilidad y pongan en riesgo de colapso al conjunto y por tanto pongan en riesgo la vida de millares de personas.  
La solución más inteligente es mantener su intangibilidad y declararlos reserva paisajista, recreativa y verde para la ciudad y para todos los limeños.

2. En su opinión, ¿qué medidas debería tomar la Municipalidad de Lima al respecto? 

Mantener la intangibilidad de los acantilados y más bien fortalecerlos y reforzarlos para que las edificaciones que irresponsablemente se han autorizado en la parte alta (y de tanto peso) no colapsen evaluando la reubicación y erradicación en lo posible. 

Además, se requiere elaborar participativamente:

1. Una nueva visión de la Costa Verde, actualizar el Plan Maestro de la Costa Verde, que realmente contemple estos temas y no solo la codicia inmobiliaria, que incluya la zona continental como la zona marina.
2. La Evaluación Ambiental Estratégica para definir esta nueva visión y por cada nuevo proyecto su respectivo Estudio de impacto ambiental, que incluya la zona continental como la zona marina.
3. El Plan de Gestión de Riesgos de la Costa Verde que incluya el plan de evacuación de la Costa Verde identificando zonas críticas 
4. El plan de reubicación de las edificaciones en alto riesgo en la Costa Verde (arriba y abajo). 
5. Promover y desarrollar simulacros de evacuación en las edificaciones de mayor afluencia de público (como Larco Mar)
6. El Plan de Manejo de la erosión costera

Tenemos que averiguar asuntos tan simples como por ejemplo, ¿cuál es el aforo de la Costa Verde?, si las Municipalidades Distritales reciben presiones o iniciativas de inversión público-privada, pues antes de ponerlos en licitación, que demuestren que no van a incrementar el riesgo de las personas ni del ecosistema marino, ni de la estabilidad de los acantilados. Igualmente, tenemos que conocer asuntos tan simples como: de presentarse un terremoto y/o tsunami, ¿cómo saldrían las personas? ¿Cuáles son las rutas de escape realmente seguras? (recordando que las escaleritas propuestas y los funiculares podrían colapsar también).

Igualmente, desarrollar una investigación acerca de cómo es que se han autorizado una serie de edificaciones en forma irregular a pesar de que las evidencias, la zonificación aprobada, los propios hechos nos conducen a reconocer la existencia de toda esta problemática y altos riesgos. Se debería abrir una investigación seria de todo lo actuado en la Costa Verde y determinar los responsables para proceder a las sanciones respectivas.

Adicionalmente, que todos los contratos de concesión (y pagos comprometidos) y expedientes técnicos y jurídicos de las edificaciones ya existentes o presionando por realizarse sean publicados en la página web de las respectivas Municipalidades para su evaluación y consulta con los vecinos y ciudadanía.

3. ¿Cuánto perdería Lima si se deja de considerar a esta zona como intangible? ¿Estamos presenciando un cambio definitivo al tratamiento de nuestro litoral? 

Lima, como ciudad metropolitana, no pierde nada, solo gana. La que perdería sería la codicia inmobiliaria, más no la ciudad, no los limeños, por el contrario. La ciudad y los ciudadanos mantendríamos nuestro derecho y acceso a la playa y no lo perderíamos, mantendríamos nuestro acceso a las áreas verdes y al paisaje sin costo, mantendríamos nuestro acceso universal a las áreas recreativas y espacios públicos, la vida en el mar se protegería y la podríamos seguir disfrutando todos.

La ciudad gana en seguridad, gana en aire limpio, gana en espacios verdes tan escasos para aquellos sin recursos suficientes para pagar por estas supuestas benéficas obras de inversión público privadas, los ciudadanos mantendríamos nuestro derecho a que la ciudad debe garantizar libremente nuestro acceso a los mismos, la ciudad gana en espacios recreativos, también tan escasos para la ciudad, gana en espacio público y en construcción de comunidad, de civilidad, gana en paisaje natural y vida y aire limpio.

En mi opinión, el cambio definitivo para Lima en su litoral se dará cuando suceda el tan anunciado terremoto y/o tsunami en Lima. El plazo marcado por el silencio sísmico va en contra nuestra, y en especial de los acantilados.  En un escenario probable, NO seguro, solo probable, y que sinceramente espero que nunca ocurra los invito a imaginar esta situación: 

Es domingo, en un mes de Febrero, 3 de la tarde y sucede un terremoto de más de 8 grados en Lima, pensemos qué puede ocurrir en la costa verde y en sus acantilados. Obviamente podría repetirse lo ocurrido en el terremoto del 40, los acantilados se podrían deslizar hacia abajo como un huayco incontenible, pero además, las tuberías de agua y desagüe, tanto en las vías como en las edificaciones de arriba se podrían romper, el suelo del acantilado se humedecería, se mojaría (que es un “mil hojas”). 

Este suelo inestable, donde las piedras ya caen solas, sin sismo, se aflojaría aún más, las tuberías de agua y desagüe del edificio del Hotel o cualquier edificación nueva (si ya existieran) o de Larco Mar, o de los edificios como Infinity en Barranco se podrían romper y se seguiría humedeciendo ese suelo del acantilado tan deleznable, las estructuras al borde y en el acantilado se podrían rajar severamente, quizás sucederían varios incendios y luego, podría también sobrevenir un maretazo o un tsunami, la primera ola golpearía el acantilado y las edificaciones abajo, luego la segunda, la tercera…. (si hay estacionamientos subterráneos bajo el proyectado Hotel se inundarían) me pregunto: ¿habría escape seguro? Quizás, solo (y tal vez) si se preparara la situación desde ahora urgentemente.

Y entonces, si no cayera el edificio del Hotel y otros ya existentes, se podrían rajar, crujirían (los usuarios de ese momento se llevarían un gran susto), luego podría también afectarse seriamente Larco Mar al igual que los edificios circundantes arriba y a lo largo de la costanera, los más propensos a dañarse severamente o a caer serían los edificios más altos (sino caen en el sismo o sus réplicas, podrían quedar inutilizados). Por último, siendo Febrero y domingo, en la playa habrían muchos bañistas ¿tendrían por dónde salir?, ¿habría escape seguro para todos? ¿cómo saldrían los niños, los abuelos, los minusválidos si se tuvieran que abandonar los autos? (¿alguien ha calculado ya el aforo de la Costa Verde?), ¿cuáles edificaciones en la misma costa verde abajo serían seguras?. 

¿Quién se haría responsable de los daños y de las perdidas? 

Recuerden el lema de las empresas de seguros, “es mejor tener un seguro y no necesitarlo que necesitar un seguro y no tenerlo”, ¿qué seguridad tenemos de que la costa verde, arriba y abajo, puedan resistir un terremoto y luego un tsunami?,  sé muy bien que podría no pasar todo esto ya dicho y ojalá no pase, ¿pero y qué tal si realmente sucediera?, ¿quién se hará responsable de los daños y perdidas?, con la Ley 29090 ahora hay responsabilidad civil, administrativa y penal, supongo que  habrá que dar seguimiento a esas licencias de construcción (y de funcionamiento) y las autorizaciones que las Municipalidades y la Autoridad Autónoma de la Costa Verde hayan otorgado para que si esto ocurriera puedan realmente ser sancionados los negligentes e irresponsables que nos están poniendo en este riesgo.
Hay todavía mucho por hacer.



  


Mg. Arq. Liliana Miranda Sara
Arquitecta, Urbanista, Ambientalista y Planificadora, 
Doctorante de la Universidad de Amsterdam, 
Coordinadora de Investigación del Foro Ciudades para la Vida 
Docente de Maestría de Gestión de Riesgos de la Universidad Nacional de Ingeniería 

 lmiranda@ciudad.org.pe, 

1 comentario:

PERUVIAN TROTTERS dijo...

Felicitaciones liliana,que agradable leer tu comentario y poder valorar el dicernimiento respecto de la costa verde,coincido en conservarlo en su virginal pureza,por el mejor bien de la ciudad y de la seguridad de sus habitantes.el peligro del maremoto no solo viene de nuestro mar ya que se ha demostrado que california se hundiria con un terremoto grado 10,generando una ola de 1200m de alto que iria contra asia y la resaca contra la costa del pacifico.nuestro zocalo tiene 71m solamente......

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